¿Por qué la reina Isabel I apoyó a los holandeses contra España?

- Inglaterra era un país protestante durante el reinado de la reina Isabel I, mientras que España era una nación devotamente católica bajo el reinado de Felipe II. Isabel vio los esfuerzos de Felipe por extender el catolicismo por toda Europa como una amenaza a su propio dominio protestante y a su libertad religiosa.

Rivalidad con Felipe II

- Isabel y Felipe tenían una relación complicada y competitiva. Felipe consideraba que Isabel era ilegítima y ella temía sus ambiciones expansionistas, que amenazaban la seguridad y la posición de Inglaterra en Europa. Su disputa por el trono inglés tensó aún más su relación.

Asistencia a la revuelta holandesa

- Los Países Bajos, parte del dominio español de los Habsburgo, buscaban liberarse del dominio español y de la persecución religiosa. Isabel I brindó apoyo encubierto a los rebeldes holandeses, reconociendo los beneficios de una España debilitada, así como el potencial de expandir el comercio inglés con los Países Bajos.

Consideraciones económicas

- La economía de Inglaterra prosperó gracias al comercio marítimo, que era esencial para la prosperidad y la seguridad de Inglaterra. El conflicto entre los Países Bajos y España trastornó el comercio y dio a Inglaterra la oportunidad de beneficiarse al ponerse del lado de los holandeses, asegurándose el acceso a valiosas rutas comerciales y mercados.

Contención de la expansión española

- Isabel pretendía equilibrar las potencias europeas para evitar que algún país dominara el continente. España, bajo Felipe II, buscó expandir su control e influencia, poniendo en peligro los intereses geopolíticos de Inglaterra. Al apoyar a los holandeses, Isabel pretendía contener el poder español e impedir que obtuvieran el control de los Países Bajos.

Construcción de alianzas

- Alinearse con los holandeses proporcionó a Inglaterra un valioso aliado contra España. Reforzó la posición de Inglaterra a nivel internacional y debilitó el control de España sobre los Países Bajos, mejorando la seguridad y la posición diplomática de Inglaterra en Europa.

Es importante señalar que, si bien la reina Isabel I apoyó financiera y políticamente a los holandeses, evitó la intervención militar directa contra España hasta mucho más tarde en su reinado, prefiriendo medidas diplomáticas y económicas a la confrontación abierta con el poderoso Imperio español.