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¿Qué divisiones étnicas, nacionalistas y religiosas siguen amenazando a la Federación Rusa?

Nacionalismo étnico

La Federación de Rusia es el hogar de una gran variedad de grupos étnicos, cada uno con su lengua, cultura e historia distintas. Algunos de los grupos étnicos más grandes de Rusia incluyen a los rusos (77,7%), tártaros (3,9%), ucranianos (1,4%), bashkires (1,1%) y chuvash (1,0%).

El nacionalismo étnico ha sido un desafío importante para la Federación de Rusia desde sus inicios. A principios de la década de 1990, varios grupos étnicos intentaron separarse de Rusia, lo que provocó conflictos violentos en la República Chechena, Ingushetia y Daguestán. Si bien estos conflictos se han resuelto en gran medida, las tensiones étnicas continúan latentes en muchas partes de la Federación de Rusia.

Divisiones religiosas

La Federación de Rusia también alberga una variedad de grupos religiosos, incluido el cristianismo ortodoxo (71%), el islam (10%), el protestantismo (5%) y el budismo (2%).

Las divisiones religiosas han sido una fuente de conflicto en la Federación Rusa, particularmente en la región del Cáucaso Norte, donde hay una gran población musulmana. En los últimos años se han producido varios ataques terroristas en Rusia que se han relacionado con el extremismo islámico.

Otros desafíos

Además del nacionalismo étnico y las divisiones religiosas, la Federación de Rusia también enfrenta otros desafíos, entre ellos:

* Desigualdad económica: La Federación de Rusia es una sociedad muy desigual, en la que una pequeña élite controla una gran parte de la riqueza del país. Esta desigualdad ha provocado un malestar social generalizado.

* Corrupción: La corrupción es un problema importante en la Federación de Rusia, que obstaculiza el crecimiento económico y socava el Estado de derecho.

* Represión política: El gobierno ruso ha sido acusado de reprimir la disidencia política y la libertad de prensa. Esta represión ha provocado un deterioro de las instituciones democráticas del país.

Estos desafíos amenazan la estabilidad y el futuro de la Federación de Rusia. Si no se abordan estos desafíos, el país podría enfrentar más conflictos e inestabilidad en los próximos años.