¿Qué puedes hacer para divertirte en checo?

El Castillo de Praga es una de las atracciones turísticas más populares de la República Checa. Es un complejo de palacio, iglesias y edificios administrativos que ha sido la sede del poder de los gobernantes checos desde el siglo IX. Los visitantes pueden recorrer los terrenos del castillo y admirar su impresionante arquitectura, o realizar una visita guiada por el interior para aprender más sobre su historia.

2. Camina por el Puente de Carlos

El Puente de Carlos es un puente medieval que cruza el río Moldava en Praga. Está lleno de estatuas de santos y es un lugar popular para que turistas y lugareños paseen y disfruten de las vistas de la ciudad.

3. Explora la Plaza de la Ciudad Vieja

La Plaza de la Ciudad Vieja es la plaza principal de Praga. Es el hogar de muchos edificios históricos, incluido el Reloj Astronómico, la Iglesia de Tyn y el Antiguo Ayuntamiento. La plaza también es un lugar popular para encontrar artistas callejeros, artistas y vendedores.

4. Haz un paseo en barco por el río Moldava

Un paseo en barco por el río Moldava es una excelente manera de ver Praga desde una perspectiva diferente. Los visitantes pueden realizar una variedad de recorridos en barco, que van desde viajes turísticos cortos hasta cruceros más largos que incluyen paradas en diferentes puntos de interés a lo largo del río.

5. Visita el Museo Nacional

El Museo Nacional es el museo más grande de la República Checa. Alberga una colección de más de 14 millones de artículos, incluidos artefactos de la prehistoria, la Edad Media y la era moderna. Los visitantes pueden aprender sobre la historia y la cultura de la República Checa a través de exhibiciones y exhibiciones interactivas.

6. Practica senderismo en el paraíso bohemio

El Paraíso de Bohemia es un parque nacional situado al noreste de Praga. Ofrece una variedad de rutas de senderismo, incluidas algunas que conducen a miradores con impresionantes vistas del campo circundante.

7. Visita los balnearios termales de Karlovy Vary

Karlovy Vary es una ciudad balneario situada en el oeste de la República Checa. Es famosa por sus aguas termales, de las que se dice que tienen poderes curativos. Los visitantes pueden darse un chapuzón en los manantiales o disfrutar de una variedad de tratamientos de spa.

8. Ir a esquiar a las montañas Krkonoše

Las montañas Krkonoše son una cadena montañosa situada en la frontera entre la República Checa y Polonia. Ofrecen una variedad de estaciones de esquí, que van desde pequeñas estaciones familiares hasta estaciones más grandes y desafiantes.

9. Visite Český Krumlov, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO

Český Krumlov es una pequeña ciudad situada en el sur de la República Checa. Es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido a su arquitectura medieval bien conservada. Los visitantes pueden explorar el castillo, las iglesias y los museos de la ciudad, o dar un paseo por el río Moldava.

10. Comer comida checa

La comida checa es abundante y deliciosa, y hay muchos platos diferentes para probar. Algunos de los platos checos más populares son el gulash, el cerdo asado con albóndigas y el schnitzel.