¿Qué sucede con el fósforo que transporta la escorrentía del océano?

Cuando la escorrentía rica en fósforo ingresa al océano, puede tener varios impactos significativos en los ecosistemas marinos:

Eutrofización: El exceso de fósforo actúa como nutriente, favoreciendo el crecimiento excesivo de fitoplancton y algas en el agua. Este proceso se conoce como eutrofización. Las floraciones de algas pueden cubrir grandes áreas del océano, impidiendo que la luz del sol llegue a las plantas submarinas y alterando toda la red alimentaria.

Hipoxia y zonas muertas: La descomposición del exceso de algas y fitoplancton consume oxígeno, lo que lleva al agotamiento de los niveles de oxígeno disuelto en el agua. Cuando las concentraciones de oxígeno caen por debajo de ciertos umbrales, se crean zonas hipóxicas o "zonas muertas" donde los organismos marinos no pueden sobrevivir. La hipoxia puede matar peces, invertebrados y otras formas de vida acuática, lo que provoca una pérdida de biodiversidad y una alteración del funcionamiento de los ecosistemas.

Floraciones de algas nocivas (FAN): El exceso de fósforo puede contribuir al crecimiento de especies de algas dañinas que producen toxinas. Estas toxinas pueden acumularse en los tejidos de los organismos marinos y causar enfermedades o la muerte a la vida marina, las aves marinas e incluso a los humanos que consumen mariscos contaminados. Las FAN pueden tener graves consecuencias económicas para la pesca, el turismo y la salud pública.

Impacto en los arrecifes de coral: La contaminación por fósforo puede afectar negativamente a los arrecifes de coral, que son muy sensibles a los cambios en la calidad del agua. El exceso de nutrientes puede acelerar el crecimiento de algas, que compiten con los corales por el espacio y la luz solar. Esto puede provocar el blanqueamiento de los corales y su eventual muerte, lo que resulta en la degradación de los ecosistemas de arrecifes de coral.

Cambios en las redes alimentarias marinas: Los niveles alterados de nutrientes y los cambios en las comunidades de fitoplancton y zooplancton pueden alterar toda la red alimentaria marina. Esto puede tener efectos en cascada en niveles tróficos superiores, incluidos peces, aves marinas y mamíferos, afectando la estructura general y el funcionamiento de los ecosistemas marinos.

Abordar la contaminación por fósforo procedente de la escorrentía es crucial para mantener la salud y el equilibrio de los ecosistemas marinos. Requiere una gestión eficaz de las prácticas agrícolas, el tratamiento de aguas residuales y la planificación del uso de la tierra para reducir la cantidad de fósforo que ingresa a las vías fluviales y, en última instancia, al océano.