¿Por qué hay juntas en los puentes?

1. Expansión y contracción térmica: Los puentes están expuestos a importantes variaciones de temperatura a lo largo del día y de las estaciones. El acero y el hormigón, los materiales principales utilizados en los puentes, se expanden cuando se calientan y se contraen cuando se enfrían. Las juntas se adaptan a estos cambios dimensionales, evitando tensiones excesivas y grietas en la estructura del puente.

2. Movimiento Estructural: Los puentes están sujetos a diversas cargas dinámicas provenientes de vehículos, viento y fuerzas sísmicas. Estas cargas pueden hacer que el puente se flexione y se mueva ligeramente. Las juntas permiten este movimiento, evitando que las conexiones rígidas se esfuercen demasiado y fallen.

3. Asentamiento y fluencia: Con el tiempo, los puentes pueden sufrir asentamientos debido a la compresión del suelo debajo de los cimientos o a la fluencia, que es la deformación lenta de los materiales bajo cargas sostenidas. Las articulaciones se adaptan a estos movimientos graduales, evitando la acumulación de tensión excesiva y posibles daños estructurales.

4. Construcción y Mantenimiento: Las juntas facilitan la construcción y mantenimiento de puentes. Permiten la construcción del puente en segmentos, que pueden prefabricarse fuera del sitio y luego ensamblarse en el sitio. Las juntas también brindan acceso para inspecciones, reparaciones y mantenimiento futuro, lo que reduce la necesidad de una reconstrucción extensa.

5. Diseño sísmico: En áreas propensas a terremotos, las juntas son cruciales en el diseño sísmico. Permiten un movimiento relativo entre los diferentes componentes del puente, disipando la energía sísmica y reduciendo el riesgo de colapso estructural durante los terremotos.

Al incorporar juntas en ubicaciones estratégicas, los puentes son más resistentes a los cambios de temperatura, cargas dinámicas, asentamientos y eventos sísmicos, lo que garantiza su seguridad y durabilidad a largo plazo.