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¿Quién permitió que los turistas se quedaran en la Antártida?

Ningún país u organización permite o regula específicamente el turismo en la Antártida. En cambio, varios tratados y convenciones internacionales, como el Tratado Antártico, el Protocolo del Tratado Antártico sobre Protección Ambiental y la Convención sobre la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, proporcionan un marco para la gestión de las actividades humanas, incluido el turismo, en la Antártida. región.

1. Tratado Antártico:

- El Tratado Antártico, firmado en 1959 y vigente desde 1961, es el principal acuerdo internacional que rige las actividades en la Antártida.

- El tratado no menciona explícitamente el turismo, pero enfatiza la importancia de la investigación científica y la cooperación entre naciones.

- El artículo IX del tratado establece que cualquier actividad turística debe cumplir con las disposiciones del tratado y realizarse de manera que no dañe el medio ambiente antártico.

2. Protocolo sobre Protección Ambiental del Tratado Antártico:

- Este protocolo, adoptado en 1991 y vigente desde 1998, proporciona directrices adicionales para proteger el medio ambiente antártico.

- Requiere que las partes del tratado tomen medidas para minimizar el impacto ambiental de las actividades humanas, incluido el turismo.

- El anexo II del protocolo contiene directrices específicas para el turismo, como la necesidad de evaluaciones previas de los posibles impactos ambientales y el desarrollo de planes de gestión de las actividades turísticas.

3. Comité para la Protección Ambiental (CEP):

- El CEP es un organismo establecido en virtud del Tratado Antártico para brindar asesoramiento y recomendaciones sobre cuestiones ambientales.

- Ha desarrollado directrices y recomendaciones específicas para el turismo, incluido el requisito de que los operadores turísticos obtengan permisos de sus autoridades nacionales antes de realizar actividades en la Antártida.

- Estos permisos están sujetos a evaluaciones de impacto ambiental y al cumplimiento de las normas y directrices pertinentes.

Es importante señalar que si bien estos acuerdos internacionales proporcionan un marco para la gestión del turismo en la Antártida, cada país que envía turistas a la región tiene sus propias regulaciones y requisitos para los operadores turísticos.

En resumen, ninguna entidad "permite" que los turistas permanezcan en la Antártida, sino más bien una combinación de tratados internacionales, protocolos y regulaciones nacionales que rigen las actividades turísticas en la región para garantizar la protección ambiental y la preservación del ecosistema único de la Antártida.