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¿A los atenienses les gustaba hablar?

La respuesta es sí.

El antiguo filósofo griego Sócrates era conocido por su amor por entablar discusiones filosóficas con cualquiera que encontrara. Estaba tan comprometido con el discurso que pasaba gran parte de su tiempo en los espacios públicos de Atenas, como el ágora y el gimnasio, donde desafiaba a los transeúntes a participar en debates filosóficos. El hecho de que Sócrates pudiera entablar estas conversaciones con tanta facilidad sugiere que el pueblo ateniense estaba realmente abierto a discutir ideas y conceptos filosóficos. Además, la existencia de varias escuelas filosóficas en Atenas, como la Academia fundada por Platón, apoya aún más la idea de que el pueblo ateniense tenía un gran interés en el discurso filosófico.