Viajes       https://es.bhlyqj.com

¿Qué impulsa la deriva del Atlántico Norte?

La Corriente del Golfo y la Deriva del Atlántico Norte son corrientes causadas por la circulación general del océano o circulación termohalina. Esta circulación global similar a un transportador tiene su origen en el Océano Atlántico Norte, donde las aguas superficiales se hunden durante el invierno. La densidad del agua superficial aumenta a medida que bajan las temperaturas, y la sal adicional que queda cuando se forma el hielo marino contribuye aún más a este aumento de densidad. Las aguas profundas del Atlántico Norte (NADW), frías y densas, se hunden y fluyen a lo largo del fondo del mar a profundidades superiores a los 2.000 m (7.000 pies). Viaja hacia el sur pasando Groenlandia y hacia el Océano Atlántico Norte, donde alimenta un sistema global de corrientes profundas. NADW se ha rastreado en todas las cuencas oceánicas del mundo, y se necesitan aproximadamente 1.000 años para que el agua profunda formada en la superficie del Atlántico Norte regrese a la superficie en otros lugares.

La circulación termohalina impulsa un flujo superficial de agua más cálida desde los trópicos de regreso a los polos, y en el Atlántico Norte, este sistema actual está representado por la Corriente del Golfo y la Deriva del Atlántico Norte. Este patrón de circulación oceánica a veces se denomina "cinta transportadora del océano". La circulación termohalina es muy importante porque redistribuye el calor alrededor del mundo, llevando agua caliente al frío norte y transportando agua fría de regreso al ecuador, contribuyendo al mantenimiento del clima de la Tierra. Este movimiento de agua a menudo se compara con una bomba de calor gigante, que calienta los países del norte de Europa y evita que los océanos Atlántico Norte y Ártico se congelen por completo durante los meses de invierno.

Sin embargo, el sistema de circulación oceánica es muy sensible a los cambios tanto de temperatura como de salinidad. Modelos informáticos recientes predicen que la entrada de agua dulce al Atlántico Norte procedente del derretimiento del hielo del Ártico, así como la adición de aguas fluviales más cálidas debido a los efectos del calentamiento global, podrían provocar la desaceleración de las corrientes oceánicas y el eventual cierre del Golfo. Corriente/Deriva del Atlántico Norte, que tendría profundas consecuencias para el clima global.