¿Qué permitió a Estados Unidos reclamar a Samoa Americana?

1. Exploración: A finales del siglo XVIII y principios del XIX, los exploradores estadounidenses, incluidos Charles Wilkes y James Fenimore Cooper, visitaron las islas de Samoa y documentaron sus observaciones. Estas exploraciones ayudaron a crear conciencia sobre el potencial de importancia económica y estratégica de las islas.

2. Misioneros: A mediados del siglo XIX, misioneros estadounidenses, principalmente de la Sociedad Misionera de Londres, llegaron a Samoa y comenzaron a establecer iglesias y escuelas. Su presencia ayudó a establecer vínculos culturales y educativos entre Estados Unidos y las islas.

3. Intereses Económicos: Los comerciantes y empresarios estadounidenses vieron en Samoa oportunidades para el comercio, la caza de ballenas y la producción de aceite de coco. El establecimiento de puestos comerciales y plantaciones fortaleció aún más los lazos económicos entre las dos regiones.

4. Rivalidad con Alemania y Gran Bretaña: A finales del siglo XIX, Alemania y Gran Bretaña también tenían intereses en Samoa, lo que provocó tensiones y conflictos entre las tres potencias. Estados Unidos, temiendo que Samoa cayera bajo el control de uno de sus rivales europeos, trató de afirmar su propia influencia.

5. Tratado de Berlín (1889): Para resolver las rivalidades y establecer esferas de influencia en la región del Pacífico, Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania firmaron el Tratado de Berlín en 1889. El tratado reconocía la influencia estadounidense sobre Tutuila, la isla más grande de la cadena de Samoa.

6. Convenio Tripartito (1899): En 1899, Estados Unidos, Alemania y Gran Bretaña firmaron la Convención Tripartita, que definía con más detalle sus respectivas esferas de influencia en Samoa. Este acuerdo otorgó a Estados Unidos el control exclusivo sobre Tutuila y algunas islas más pequeñas, estableciendo a Samoa Americana como territorio estadounidense.

7. Cesión de las Islas Manu'a: En 1904, Estados Unidos negoció con los jefes locales para adquirir las islas Manu'a, ampliando aún más su control sobre Samoa Americana.

En resumen, una combinación de exploración, trabajo misionero, intereses económicos, rivalidad geopolítica con otras potencias y tratados con jefes locales permitieron a Estados Unidos reclamar y establecer su soberanía sobre Samoa Americana.