¿Por qué el producto turístico es perecedero?

Los productos turísticos son muy sensibles al tiempo y dependen de estaciones o períodos específicos del año. Por ejemplo, si un turista visita una ciudad costera fuera de temporada, es posible que no experimente las condiciones climáticas ideales o una gama completa de actividades disponibles. De manera similar, una vez que un guía turístico realiza un recorrido, el servicio es perecedero y no puede almacenarse ni venderse posteriormente.

Inseparabilidad de la producción y el consumo

En la industria turística, la producción y el consumo del servicio ocurren simultáneamente. Por ejemplo, cuando un huésped se hospeda en un hotel, el servicio se consume instantáneamente a medida que se entrega. Si un huésped no está satisfecho con su estancia, es difícil resolver el problema después, ya que el servicio ya está consumido.

El inventario no se puede almacenar ni revender

A diferencia de los bienes duraderos, los productos y servicios turísticos no pueden almacenarse para su uso posterior ni para su reventa. Una habitación de hotel vacía o un tour no reservado no se pueden trasladar a otro día. Esto hace que sea vital para los proveedores turísticos pronosticar con precisión la demanda y gestionar el inventario en consecuencia, ya que la capacidad no vendida representa una pérdida de ingresos.

Condiciones del mercado y competitividad

Los productos y servicios turísticos son muy susceptibles a las fluctuaciones del mercado, las condiciones económicas y la competencia. Los cambios en las preferencias de los consumidores, las tendencias de viajes, las recesiones económicas y la aparición de nuevos competidores pueden afectar rápidamente la demanda y la rentabilidad de los productos turísticos.

Restricciones de capacidad y saturación

Los destinos y atracciones turísticos suelen tener límites de capacidad finitos, como el número de visitantes que un parque natural puede albergar diariamente. Cuando se alcanzan estas capacidades, la calidad de la experiencia puede disminuir, lo que genera insatisfacción de los visitantes y riesgos para la reputación.

Naturaleza perecedera de los recursos y experiencias

Muchos productos turísticos dependen de recursos naturales o patrimonio cultural que son delicados y propensos a la degradación. Factores como el tráfico turístico excesivo, la contaminación, el desarrollo excesivo y el crecimiento descontrolado pueden conducir a la degradación o destrucción de estos recursos, afectando así la viabilidad a largo plazo del producto turístico.