¿Por qué la cima del Monte Everest tiene un clima desagradable?

La temperatura promedio en la cima del Monte Everest es de alrededor de -20 grados Fahrenheit (-29 grados Celsius). Esto puede descender a -45 grados Fahrenheit (-43 grados Celsius) o menos durante las tormentas. Estas temperaturas son tan bajas que pueden provocar hipotermia y congelación en cuestión de minutos si no se protegen adecuadamente.

2. Fuertes vientos y tormentas:

El Monte Everest es conocido por sus fuertes vientos, que pueden alcanzar hasta 150 millas por hora (240 kilómetros por hora) durante las tormentas. Estos vientos pueden crear un factor de sensación térmica que hace que la temperatura se sienta aún más fría y peligrosa.

3. Aire enrarecido y niveles bajos de oxígeno:

El aire en la cima del Monte Everest contiene sólo alrededor de un tercio de los niveles de oxígeno del aire al nivel del mar. Esto dificulta la respiración de los escaladores y puede causar mal de altura, que puede provocar una variedad de síntomas que incluyen dolor de cabeza, náuseas, dificultad para respirar, fatiga e incluso edema cerebral o pulmonar.

4. Falta de vegetación y refugio:

La cumbre del Monte Everest es un ambiente frío y árido sin vegetación y con muy poco refugio de los elementos. Esto significa que los escaladores están constantemente expuestos al frío, el viento y la nieve, lo que dificulta mantenerse abrigados y secos.

5. Mal de altura:

El rápido ascenso a la cima del Monte Everest puede causar mal de altura, una condición potencialmente mortal causada por la incapacidad del cuerpo para adaptarse a los bajos niveles de oxígeno en las grandes altitudes. Los síntomas del mal de altura incluyen dolores de cabeza, náuseas, dificultad para respirar, fatiga y dificultad para dormir.

6. Exposición y deshidratación:

La combinación de fuertes vientos, temperaturas frías y bajos niveles de oxígeno puede provocar una exposición grave y deshidratación. Los escaladores deben tener mucho cuidado para protegerse de los elementos y mantenerse hidratados, ya que incluso una lesión o enfermedad menor puede convertirse rápidamente en una amenaza para la vida.

En general, la combinación de temperaturas extremas, fuertes vientos, aire enrarecido, falta de vegetación y mal de altura hacen que la cima del Monte Everest sea extremadamente desagradable e inhóspita para los humanos.